
Hoy, tengo el gusto de hablar sobre una experiencia muy especial: ser reporteros por un día.
Cuando escuchamos la palabra “reportero”, pensamos en alguien que corre con una cámara, un micrófono o una libreta en mano, buscando la noticia. Pero ser reportero es mucho más que eso. Es observar, escuchar, preguntar, y sobre todo, contar historias.
Durante esta actividad, nos pusimos en los zapatos de los periodistas. Creamos nuestras propias historias utilizando los elementos de una noticia.
Aprendimos a mirar con curiosidad, a hablar con respeto, y a escribir con responsabilidad. Aprendimos que la verdad tiene muchas caras, y que ser reportero no solo es informar, sino también formar conciencia, abrir los ojos del mundo y dar voz a quienes no siempre la tienen.
Ser reporteros por un día nos enseñó a ser más atentos, más críticos y más humanos. Y aunque quizás no todos queramos dedicarnos al periodismo en el futuro, esta experiencia nos deja una lección para siempre: nunca dejemos de hacer preguntas.
Porque preguntar es el primer paso para entender, y entender es el primer paso para cambiar el mundo.